El hecho de excusar es inherente a nuestra voluntad de responsabilizarnos de los actos de los demás. Por este motivo al disculpar continuamente actos inaceptables
se crea un clima que impide el crecimiento y el aprendizaje.
Cuando disculpamos lo inexcusable, estamos admitiendo sutilmente que la persona disculpada no es capaz de actuar correctamente.
Por otra parte, la comprensión es una solida hebra de nuestra red de seguridad emocional. Comprender nuestros actos y los de los demás, nos proporciona un marco en
el que podemos crear una atmósfera de aceptación y donde las relaciones pueden madurar.
Comprender al otro y a uno mismo, requiere compromiso, energía y la voluntad de tener una actitud sincera y abierta para con nosotros mismos y los
demás.
Hay que esforzarse para buscar los motivos que hay detrás de conductas o actitudes negativas y hacer lo necesario para corregirlas.
Es evidente que no podemos hacer esto por los demás, pero cuando su conducta nos parece inaceptable podemos decírselo y luego retirarnos discretamente. Excusarse
puede ser en principio mas fácil que comunicar algo pero nos aleja de la honestidad y la autenticidad.
Fuente: Se positiva. Sue Patton Thoele
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