¿Porqué? A las mujeres nos resulta muy fácil creer en los demás. Enseguida vemos el talento, las cualidades y la capacidad de los demás. Si ellos no lo ven, les animamos a que lo hagan y creemos en ellos. Sabemos infundir esta confianza en los otros, pero nos cuesta mantener la confianza en nosotras mismas.
Estamos dispuestas a animar a un amigo o un familiar pero igualmente lo estamos para criticarnos por sentimientos o actitudes que tenemos.
Este hábito instalado en muchas de nosotras, obedece a diversas causas: normalmente pensamos que no estamos a la altura, que no somos tan buenas, que no somos tan guapas....y mientras tanto nos ganamos la critica de nuestro duendecillo interior.
Creo que nada es bueno, ni malo, solo depende como dice el dicho, del cristal con el que lo mires. ¿Con qué cristal te miras tu?
Necesitamos y merecemos la serenidad que da la auto aceptación, infundirnos animo, y alcanzar una profunda relación interior con nosotras mismas.
Tenemos que aprender a crear un ambiente de amor y aceptación hacia nosotras mismas, que aumente nuestra confianza y nos haga florecer en todo nuestro ser.
Aprende a ser tu mejor amiga. De esta manera, tendremos la capacidad para aliviarnos y apoyarnos emocionalmente. Liberando cargas y mochilas innecesarias, nos permitirá ayudar a los demás desde el bienestar personal y no desde la obligación.
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